domingo, 10 de julio de 2011

Personaje: Arzobispo Guzmán de Alba

Guzmán de Alba es el actual Arzobispo de Burgos, el hermano mayor del Duque Antonio de Alba. Nació la noche del 13 de Febrero de 1243, poco antes del amanecer, y ya desde pequeño era grande y fuerte como sus hermanos. Segundo hijo de la casa, desde el principio su destino era ser miembro de la Iglesia, algo que siempre desdeñó. ¡Él quería ser un guerrero fuerte y poderoso, no un clérigo!

Así que desde pequeño entró en el seminario a aprender una religión que no le importaba, y que nunca ha considerado parte importante de su vida. Se dormía en las lecturas y se dedicaba a pensar en caballeros y soldados durante las lecciones. Comenzó a comer en exceso y pronto otros le superaron en las intrigas y luchas de poder de la Iglesia. A él no le interesaban. Sin embargo, por ser hijo de quien era, su destino estaba sellado.

Sin prestar demasiada atención, fue encargado del cuidado de actuar como asistente del Cardenal del Sur. Aprendió cosas con él, pero sin interés. Y allí estaba estancado cuando, con 27 años, su hermano mayor murió, dejando la Casa Alba sin líder. Era su oportunidad para abandonar la Iglesia y tomar la posición que ansiaba como guerrero. Sin embargo, aunque intentó moverse políticamente, fue su hermano menor el escogido para ocupar la posición, arrebatándole con ello sus sueños.

Ahí aprendió la necesidad de manejar el poder, de hacer con él lo que uno necesitaba y deseaba. Mejoró su retórica y sus habilidades, y aprendió el poder de la palabra sagrada. Aún cuando muchos creían en la voluntad divina, Guzmán había aprendido que los hombres creaban su destino usando su libre albredío. Progresó lentamente en su posición, ganando experiencia entre las intrigas fruto de las complicadas relaciones entre los nobles de las tierras Alba, que a menudo acudían a la Iglesia en busca de consejo, guía o mediación. Cuando 16 años más tarde su tío murió, a él le quedó abierta la puerta para ocupar la Catedral de Burgos, en el feudo de la familia que una vez había tenido voluntad y ansia de poder.

Desde entonces ha luchado con fuerza aunque sin tanta habilidad como otros por imponer la doctrina eclesiástica por el hombre y sobre el hombre. Y pronto acudió la Inquisición a su llamada, lentamente uniéndose a su visión de los hombres imponiendo y vigilando el Reino de Dios en la Tierra. Así, el Santo Oficio llevaba muchos años operando en Hyspania, pero había sido neutralizado por las otras grandes figuras del poder eclesiástico en demasiadas ocasiones, personas que no querían compartir el poder ni dejar a otros escrutar.

Sin embargo, Guzmán echó todo el poder de su arzobispado detrás de la Inquisición, consiguiendo que sus agentes fuesen reconocidos a regañadientes por los demás y su poder incrementase notablemente. Así, es su obra el que la Inquisición posea ahora el poder que tiene, y él se ha convertido en el encargado de vigilar el funcionamiento del Santo Oficio, y normalmente es el juez principal en los casos de importancia, incluso fuera de las tierras de los Alarcón. Una posición que muchos temen.

Aspecto: con 49 años, Guzmán es un hombre grande y gordo, de rollizos brazos y piernas. Su tonsura está habitualmente descuidada y su cara abotargada tiende a parecer idiota a muchos que tienden a subestimar lo mucho que ha aprendido con los años. Vestido siempre de negro oscuro, aunque no necesariamente limpio, su mirada posee una fuerza y una ira que suele encenderse con facilidad. Sus mejillas rollizas parecen sacudirse cuando se mueve, igual que el resto de su cuerpo, lo cual hace que el esfuerzo de ir de un sitio a otro sea notable para él. Un gran crucifijo de oro cuelga siempre sobre su ropa, terminado en un filo pequeño y ornamental que recuerda a todo el mundo que "A Dios rogando, pero con el mazo dando" es el lema del Cardenal. Suele llevar también otros arreglos decorativos, aunque normalmente van desajustados.

Status: 7, Arzobispo de la ciudad de Burgos y, por tanto, encargado de la Iglesia en las tierras de la familia Alarcón.

Personalidad: Guzmán es un hombre apasionado y decidido. Se castiga a sí mismo por su fracaso intentando obtener la posición de Duque, y a menudo se fustiga y da latigazos para aplacar esa ira y envidia que siente por su hermano. Para el resto, sin embargo, parece un hombre implacable y brutal, decidido a usar toda la fuerza necesaria para defender la Fé, aunque raramente habla de la misma. Por el contrario, suele dedicar su tiempo a hablar de cosas más mundanales, así como de la persecución de los infieles y los herejes. A menudo, es más temido que respetado, y es algo que no le importa.

Virtud: Decisión.

Vicio: Gula.

Política:
El no haberse unido a ninguna Orden durante su juventud (por desidia y falta de interés) se ha transformado en algo útil ahora. Lejos de las luchas de poder entre las órdenes por el control de tal o cual monasterio, o de tales donaciones, Guzmán puede centrarse en extender los dedos de la Inquisición como agente neutral. Y con ella van sus dedos. Realmente cree que todo el mundo está podrido por dentro y, si Dios existe, le importa poco el mundo. Y su única manera de vengarse y ponerse a la altura por sus fracasos es sacar a la luz hasta los más pequeños errores de cada uno y castigarlos severamente.

Familia Relevante:
Ninguna conocida. Algunos creen que es homosexual.

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