jueves, 15 de septiembre de 2011

El Apadrinamiento

En toda Hyspania, para la nobleza es deshonorable participar en cualquiera de las labores de producción y comercio, y eso incluye las tierras Cruilles. Por mucho que los demás puedan decir, los Cruilles jamás se involucran directamente en el comercio ni en el funcionamiento de los gremios, sino que los apadrinan, una tradición propia.

En el apadrinamiento, un noble Cruilles va a un gremio y les entrega una cantidad de dinero (normalmente unos pocos Reales o Ducados), simplemente indicándoles que quiere apadrinarles, o que quiere apadrinar alguna de sus funciones. Los gremios saben entonces de qué se trata, y regatean con el noble en cuestión las condiciones del apadrinamiento. Una vez llegado a un acuerdo, hay dos clases de apadrinamientos.

Por un lado está el apadrinamiento de bienes. En este caso, el dinero se dedica a reducir el coste de los bienes que produce ese gremio, de modo que sean más baratos y accesibles al pueblo llano. Esto no sólo se hace en tiempos de escasez y subida de precios, sino que es una medida habitual para garantizar que la gente tiene dinero para invertir y hacer florecer sus tierras. Es especialmente habitual el apadrinamiento del trigo, que mantiene el precio del pan (alimento básico de todos) a un precio barato, y elimina los riesgos de rebeliones e insurrecciones por este motivo.

Pero el apadrinamiento de bienes no sólo se hace con bienes de primera necesidad, sino que a menudo se hace para fortalecer la actividad económica o ayudar a gremios en problemas. Así, se puede apadrinar la producción de cuero, de modo que los fabricantes de ropa y zapatos lo puedan comprar más barato y, con ello, reducir el coste de la producción de sus bienes, bien de cara a hacerlos más asequibles o de cara a la exportación comercial.

El segundo tipo de apadrinamiento tiene que ver con este, y es el apadrinamiento de rutas. El comercio es un asunto muy arriesgado y costoso, donde los mercaderes deben comprar medios de transporte de bienes para vender sus productos lejos, sin la certeza de que el negocio vaya a salir bien. No existiendo ningún tipo de seguros, lo que normalmente se hace es acudir a los usureros (templarios o judíos, normalmente) o conseguir que la ruta sea apadrinada.

Si la un Cruilles decide apadrinar una ruta, el dinero que dona va destinado a conseguir que los barcos, carromatos, o bienes de la misma salgan más baratos, de modo que la ruta de más beneficios, o que el riesgo para el mercader en caso de desastre sea menor. Por ello, este tipo de apadrinamiento normalmente no se realiza con un gremio específico, sino con cada uno de los mercaderes concretos.

A cambio de su apadrinamiento, cuando llega la época de la cosecha, los apadrinados suelen hacerles regalos y donaciones a sus apadrinadores. No están obligados, y esta cantidad no se negocia a priori, pero todos saben que lo normal es donar una parte importante de los beneficios que se han obtenido gracias a la reducción de precio. Excepción a esto suele ser aquellas veces que el apadrinamiento se hace para reducir unos costes que se han elevado demasiado, ya que no se producen unos beneficios tan claros y se supone que lo que se ha obtenido es paz social.

Gracias a este mecanismo, los gremios Cruilles gozan de una capacidad de actividad mucho mayor que los gremios del resto de Hyspania, ya que tienen una inyección frecuente de capital que no ocurre en el resto. Sin embargo, hay rumores de que esto podría cambiar en breve, ya que es posible que el Papa emita una bula prohibiendo todo tipo de usura, que incluiría específicamente el apadrinamiento Cruilles.

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