sábado, 13 de agosto de 2011

Condado de Huesca

Gobernado por la Casa Abarca, el Condado de Huesca a menudo es visto como el alma de la Casa Cruilles, pues comprende el núcleo de las tierras que los musulmanes nunca conquistaron. Actualmente es un Condado muy importante, pues concentra en él la mayor parte del comercio terrestre con Francia. Es mayoritarisamente montañoso, desde las altas cumbres de los Pirineos en el norte, a las colinosas zonas bajas del sur, la verticalidad es la clave de su orografía. Al este colinda con el Condado de Girona y con el Ducado de Barcelona, al sur con el Condado de Lérida y al oeste con el Condado de Zaragoza. Su economía principal es el comercio, ya que no son tierras especialmente fértiles, y sus gentes son duras y curtidas; han resistido muchas invasiones, y planean resitir muchas más si llega el caso. Por la importancia del comercio y los pasos de montaña, numerosas calzadas romanas cruzan estas tierras, mantenidas en buen estado por todos los nobles de la zona que saben la importancia que tienen en sus vidas.

La Casa Abarca:
La Casa Condal que gobierna estas tierras lo hace desde el centro-oeste de sus dominios, desde Huesca la Viajera. Su castillo de tamaño mediano, llamado Descanso del Viajero, está considerado por muchos como uno de los lugares más confortables de Hyspania, y desde luego uno de los que más visitas recibe al año. Por estas tierras pasan centenares de mercaderes al año, así como embajadores y nobles de todo tipo; esto da una gran vitalidad a sus calles, llenas de productos exóticos del norte, así como de vida a sus numerosos y poderosos gremios. El Obispo, Emilio de Abarca oficia misa desde la Catedral, y numerosas otras iglesias de la ciudad ofrecen también sus servicios a todos los que pasan por sus calles. Además, la principal vía al Condado de Lérida se encuentra al sur de estas tierras.

Los Abarca son una familia diplomática y carismática, con una amplia tradición de comercio y muchas relaciones con la nobleza francesa. Son pragmáticos, prácticos, ambiciosos y eficaces, centrados en mejorar la posición de su Condado y mantenerlo prosperando y avanzando. El Señor de la Casa, Jorge de Abarca es el hermano mayor del Obispo, y un hábil negociador. A sus 44 años es un amante del buen vino y de la buena vida, pero no deja que eso se entrometa en el buen funcionamiento del feudo o del Condado.

La Casa Abarca se halla aliada con la Casa Call.

La Casa Llach:
Situada en el noroeste del Condado, es la principal puerta de conexión con Francia ya que sobre ella se encuentra el Paso dels Infants, el mayor y más amplio que cruza los Pirineos. Es una zona abrupta y complicada, protegida por las Gemelas, las dos torres que componen el castillo de la familia, conectadas por un puente de piedra por encima del paso. Es una casa antigua pero vigorosa y hábil, cuya sangre se haya entrelazada con la de numerosas familias nobiliarias francesas en un intento de mantener la paz en la frontera.

La Casa Llach es una potencia mercante, y hasta recientemente contaba con un ejército muy notable. Sin embargo, tras un malentendido con los vecinos del norte, ambas Casas decidieron reducir sus ejércitos para evitar conflictos transfronterizos. Su Señor Filipo de Llach está tumbado en cama desde hace años porque se partió la columna en un accidente, y el gobierno del feudo lo llevan entre su esposa Inés y su hermano Agustín.

La Casa Llach centra su diplomacia en el lado francés, donde cuenta con numerosos aliados; se encuentra enemistada con la Casa Terrat por numerosas ofensas al honor en el pasado.

La Casa Gramunt:
La otra principal vía de conexión con Francia desde Huesca, el Paso de la Merced es un paso estrecho y traicionero donde proliferan los bandidos. Por ello, la Casa ha visto un declinar desde hace años pues los mercaderes y demás han ido optando por tomar otras vías. Eso ha hecho a los Gramut agrios y cínicos, propensos a los arrebatos de ira o a los intentos heroicos. Su castillo pequeño, Vigía, está en mal estado y poco cuidado, y para muchos es una trampa más que un lugar seguro.

El Señor de la Casa, Joaquim de Gramunt, es un hombre ácido y algo cobarde, propenso alos ataques de ira. No es el más diplomático de los Cruilles, ni el mejor de los guerreros, pero desde luego es uno de los que más firmemente defienden su honor.

Se encuentra aliada desde hace tiempo con la Casa Terrat, y tiene conflictos menores con prácticamente todas las demás.

La Casa Bartomeu:
Alejada del centro de la política del Condado dado su localización en el anillo exterior en el nordeste, la Casa Bartomeu se ha centrado en el desarrollo de un enorme ejército, indispensable para defender el Condado en caso de que los franceses decidiesen atacar. Son tropas veteranas y habituadas a la lucha en las montañas, que se mantienen en movimiento permanente por el feudo. El Castillo Bartolomeu es el más grande del Condado, un castillo sólido y muy resitente, prácticamente inexpugnable.

Su Señor, Jordi de Bartomeu, es un general de renombre y un gran guerrero. Con 38 años, es el terror de quienes se han enfrentado a él en el campo de batalla. Es también un oportunista, que se alinea siempre con el probable ganador.

La Casa Bartomeu se muestra neutral hacia todas las demás por su oportunismo, que hace que nadie se fíe de ellos del todo.

La Casa Terrat:
Los Terrat son la Casa en alza desde hace un par de décadas. Sus tierras y mercaderes son los más prósperos del Condado, y sus diplomáticos los más influyentes. Aunque siempre se han mostrado leales al Conde, su posición central es vital para que el feudo funcione adecuadamente, y algunos dicen que su hora ha llegado. Su Castillo del Camino es un castillo pequeño pero lujoso, suntuosamente decorado y guarecido.

El señor de la Casa, Marcel del Terrat, es inteligente, capaz y un excelente negociador. A sus 41 años la familia sigue su excelente liderazgo sin dudar, y este no ha fallado ni en negociaciones con los gremios ni con otros nobles.

La Casa Terrat se halla aliada con las Casas Gramunt y Ribelles.

La Casa de Castelldefells:
Esta Casa se encuentra en una posición complicadísima. Recientemente, su Condado ha considerado que la Casa los ha deshonrado con su pésima actuación en el torneo y les ha retirado sus títulos. Sin embargo, el Marqués se ha retirado al pequeño Castillo de la Vía y se ha negado, alzándose en armas contra el Conde y su decisión. El futuro de la Casa está en la balanza, y en ello poco importa que fueran la vía principal para llegar al Condado de Girona.

El Señor de la Casa, Federico Casteldefells, es un hombre decidido y capaz, aunque su ira es pronta a despertar y, cuando ocurre, decide apresuradamente y sin pensar. Sus 55 años han tenido numerosos altibajos, y ahora a duraas penas mantiene a su Casa unida ante la debacle.

Esta Casa se halla enemistada con la Casa Abarca, y sus alianzas se han roto.

La Casa Coll:
En el sudoeste del Condado, la Casa Coll es el vínculo con el Condado de Zaragoza. Son mercaderes tranquilos y eficaces, centrados en el buen manejo de sus asuntos y no en implicarse en grandes cosas. Su hall, el Rincón Fortificado, es tranquilo y poco llamativo, tal como son ellos. Sin embargo, su notable iglesia si que es llamativa, y sus monjes siempre poseen una notable influencia en todos los asuntos de la Iglesia.

Su Señor, Guillaume de Coll, es un hombre mayor y cansado, aunque aún no retirado de la vida. Dicen que más sabe el demonio por viejo que por diablo, y esto bien podría aplicarsele a Guillaume, que aunque sea lento para decidir suele hacerlo con muy buen juicio.

Desde tiempos inmemoriales están aliados con la Casa de Abarca, y muchos de sus miembros guardan odio a la Casa de Terrat aunque no llega a ser una enemistad entre Casas.

La Casa de Ribelles:
En el centro-sur del feudo, los Ribelles son una casa guerrera. A diferencia del resto de los Cruilles, sus tierras no están llenas de comerciantes y gremios, sino de mercenarios y soldados que mantienen el orden. El castillo de San Idelfonso, de tamaño mediano, es resistente y sólido, y siempre cuenta con un nutrido número de tropas acantonadas en su interior.

Su Señor, Jusep de Ribelles, es un guerrero notable y que pugna constantemente por el título de mejor soldado del Condado. Veterano de numerosos conflictos y líder carismático de sus hombres, sólo el Señor de Bartomeu se le equipara y eso causa una cierta enemistad entre ambos.

La Casa de Ribelles está aliada con la Casa de Terrat, y enfrentada con la Casa de Campany por causa de unas tierras que los Campany reclaman como propias.

La Casa de Campany:
Situada en el sudeste, la Casa Campany es la vía principal para llegar al Ducado de Barcelona y por tanto es una ruta mercante principal para el feudo. Infinidad de recursos y bienes pasan por sus tierras, y sus mercaderes saben sacarles el máximo partido. El Hall del Recuerdo, llamado así en honor a una deshonra antigua cuya historia ya nadie recuerda, está siempre llena de mercantes y miembros de la plebe con sus informes, ofertas y negocios.

Su Señor, Teo de Campany, es considerado por muchos como un cobarde por su poco conocimiento de las artes típicas de un soldado y un noble. Por el contrario, lo suyo es el comercio, la logística, y el manejo de las tierras, en lo cual es todo un experto.

La Casa Campany se encuentra enemistada con la Casa Ribelles, de los cuales afirman que les han robado un trozo de tierras cambiando los marcadores que delimitan la frontera.

Las Posesiones Eclesiásticas:
En este condado las posesiones eclesiásticas son pequeñas y poco llamativas, algunos monasterios dispersos por el territorio. Incluso estos son buenos en el comercio y el manejo y cuidado de sus tierras, pero no pueden competir con las villas y ciudades comerciales de los nobles.

Conflictos Actuales del Condado:
El conflicto central, núcleo de toda la política del feudo, es la caída de la Casa Castelldefells. Hasta el punto de que el Cardenal Ildefonso de Alarcón ha sido llamado para actuar de mediador.

Por un lado, la posición principal sería que todas las Casas se aliasen contra la Castelldefells. Sin embargo, la Casa Condal carece de tropas suficientes para tomar a la otra por si misma, y necesitaría de ayuda. Y esto implica luego conceder beneficios a quienes te apoyaron, lo cual podría hacer crecer a sus vasallos.

Por otro lado, los miembros de la Casa Castelldefells podrían aceptar la derrota y abandonar el Marquesado a cambion de no ser excomulgados o asesinados, lo cual dejaría todas esas tierras para el Conde probablemente, o para la Iglesia.

Finalmente, una tercera teoría señala que la Casa del Terrat podría aprovechar esta situación para, aliándose con otras, ponerse del lado de los Castelldefells y tratar de tomar el Condado para sí mismos.

Cual de estas posiciones sea la correcta, si es que acaso lo es alguna, queda por ver.

Mapa del Feudo

1 comentario:

  1. Esta información es correcta a 7 de septiembre de 1293.

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