jueves, 11 de agosto de 2011

Las Misas

En Hyspania, los rituales de la misa son algo importantísimo para reforzar tanto los vínculos entre los miembros de la comunidad, como entre las personas y Dios. Es una ceremonia que pocos entienden y aún así todos saben cómo se realiza porque la han visto un millón de veces.

Una misa comienza con el párroco encargado entrando desde la sacristía, y avanzando hasta el altar. Se inclina ante la efigie de Cristo en el ábside y luego ante el altar. Tras ello, se da la vuelta y, de espaldas al público y de cara al crucifijo, comienza la primera oración en perfecto latín. La mayor parte de la gente no sabe qué se dice durante la misma, pero saben qué deben responder y en qué momentos, por simple repetición.

Al finalizar la oración, el cura se da la vuelta y se sube por unas escalerillas hasta un púlpito (generalmente de madera) que se eleva por encima de la gente. Ahí escoge un tema que le interese y habla sobre el mismo, esta vez en castellano. Son palabras poderosas, en las que las referencias a la religión tienen un gran peso y calan hondo en la mente de las personas. Normalmente son asuntos que importan a la comunidad, sobre sus vidas diarias, o sobre los hechos importantes que ocurren en Hyspania, y se considera que la palabra de la Iglesia suele tener la razón en estos asunts.

Tras esto viene una segunda oración, de nuevo de cara al crucifijo, seguido por la comulgación donde la gente consume la hostia y el vino. Tras ello, y como en Hyspania no está permitido que la gente que es agena a la Iglesia pueda leer la Biblia, el cura se sube de nuevo al púlpito y explica uno de los pasajes para que todo el mundo conozca un poco mejor la palabra del Señor. No lee la Biblia en alto, ya que estaría prohibido, sino que expone "lo que quiere decir" un pasaje o elemento, según la doctrina teológica imperante.

Finalmente, la última oración en latín y de cara al crucifijo, y todo el mundo es libre de abandonarla. Normalmente, en la plaza frente a la iglesia, la gente dedica un buen rato a socializar, charlar y comentar tanto los asuntos de la vida diaria, como lo que han oído en la misa, o cualquier otro elemento. Es uno de los momentos y lugares claves de la interacción entre la gente en Hyspania, junto con lugares como las tabernas o los mercados. Más de un enamoramiento y dos han comenzado al verse los dos jóvenes al salir de la misa.

Por todo ello, la misa sirve para vincular a la comunidad unos con otros, así como para asegurar que el mensaje de la Santa Madre Iglesia cale hondo entre la gente, dando fuerza al poderío de la misma en todos los feudos de Hyspania.

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