martes, 17 de mayo de 2011

La Educación de un Noble

Desde que nacen, la educación de un hombre y una mujer son completamente diferentes, por no mencionar la que reciben los diferentes hijos de una Casa. Por ello, os las mostraré por partes.

Los primogénitos varones, así como los hijos que vayan a formar parte del ejército en una forma u otra, reciben desde pequeño entrenamiento militar: montar a caballo, llevar armaduras, luchar con espada y lanza, colocar el escudo. Si son los mayores, además se les suele enseñar estrategia. Por otro lado, raramente se les enseña nada que tenga que ver con cultura, ni idiomas, ni a leer ni escribir. En ocasiones, algunos son educados en leyes para que puedan impartir justicia, aunque a menudo se deja eso en manos de sirvientes que los aconsejen. Suelen aprender también arco y cetrería para ser mejores en la cacería. Y, en algunas Casas, también se les enseña oratoria.

Las mujeres, por otro lado, son educadas a la inversa. Aprenden costura, el arte de llevar una casa y asegurarse de que los criados cumplen con sus deberes, así como mucha más etiqueta que sus contrapartidas masculinas. Normalmente aprenden varios idiomas por entretenimiento, así como poesía y muchas saben leer y escribir. Por supuesto, ni acercarse a nada que tenga que ver con armas y campos de batalla.

Finalmente, los varones que van a ir a la Iglesia son educados de otra manera, ya que lo primero que aprenden es latín, a leer y a escribir, así como lo que dice la Biblia. Junto con ello, y más importante, aprenden a orar y a dirigir las oraciones. Si van a ir a un monasterio se les enseña también todo lo relativo con el manejo del mismo, asegurándose de que los monjes trabajen sus turnos en el campo y en la copistería; si van a ir a las iglesias de ciudad o a ayudar a cardenales y otros cargos son educados en las labores de secretariado, así como en senescalía y política.

Por supuesto, cada Casa tiene diferencias a la hora de educar a sus miembros, especialmente los masculinos. Por ejemplo, los Cruilles siempre enseñan a sus miembros el catalán, así como algo de matemática y comercio. El énfasis de la Casa Alba en el entrenamiento con armas, por su parte, incluye a menudo las armas menos sofisticadas como la maza y el hacha. Los Alarcón fomentan el enterenamiento en temas de moral, fuerza de voluntad, honor y pensamiento estratégico. Los Jovellanos suelen entrenar a sus hombres en algo de ingeniería y en técnicas de asedio, así como algo más de teología de lo que es habitual. Los Medinaceli suelen educar a sus miembros más de lo habitual en etiqueta y cultura, así como en las artes de la diplomacia. Los Olivares enseñan a sus miembros las artes de la logística y del buen funcionamiento de sus feudos. Finalmente, la Casa Musoles los entrena en navegación y orientación.

Aquellos que no cumplen con lo esperado son mirados con recelo. Si son superiores en algo "raro", pero cumplen con lo que se espera de ellos en lo habitual, no hay demasiados problemas, como mucho chanzas. Sin embargo, aquellos que son inferiores (especialmente en el campo de las armas) son mirados con desprecio y soberbia por otros guerreros, tanto a la cara como por las espaldas. Muchos consideran esto motivo de solicitar un duelo, otros simplemente se hunden bajo la presión, pero a nadie deja indiferente.

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