martes, 7 de septiembre de 2010

Idiomas Hablados en la Península

En Hyspania el idioma oficial es el castellano, que se ha extendido por la mayor parte de la península. Sin embargo, por mucho que sea el idioma que habla la nobleza y la gente de las ciudades, lo cierto es que varios otros idiomas persisten, especialmente en enclaves más alejados y en el campo, aunque a menudo también son empleados por los nobles y enviados como modo de mantener una conversación tranquila sin que nadie les espíe.

En el noroeste se habla galaico-portugués, idioma también oficial en el Reino vecino de Portugal. Es un idioma que en Hyspania está muy relegado a la zona rural y montañosa del territorio Jovellanos, pues los nobles en su mayor parte se niegan a hablarlo. Sin embargo, entre la población del pueblo llano está mucho más extendido que el castellano, que a menudo la gente de las montañas ni comprende. Antiguamente fue un idioma muy culto, y numerosa poesía existe en esta lengua, pero tras el ascenso Alarcón a la corona fue perseguido y prohibido, cosa que hace que gran parte del vulgo Jovellanos odie a los nobles Alarcón por atacar su idioma.

En las montañas del norte se habla un idioma antiguo y muy diferente llamado vasco, cuyos sonidos incomprensibles son a menudo confundidos por campesinos supersticiosos por palabras infernales. Pero nada más lejos de la realidad. El vasco es un idioma mayormente rural, rechazado por la nobleza de la zona, pero con una antigüedad y un peso enorme. Hubo un tiempo, cuando la Casa Alarcón se encontraba dividida, que varios de los marquesados y condados usaban este idioma habitualmente, pero cuando se impuso la centralización todo eso fue aplastado y eliminado a favor de la unidad.

En el noreste se habla el único otro idioma que goza de respeto, el catalán, cuyo uso está extendido entre las ciudades, los campos e incluso los castillos de la Casa Cruilles y de la Casa Musoles. Es un idioma que ha evolucionado mucho al contacto con los demás reinos del Mediterráneo y se ha convertido en uno de los idiomas más extendidos del comercio. Sin embargo, el uso por parte de los piratas del mismo idioma ha hecho que su imagen exterior se haya visto dañada, y supone un punto de conflicto además con la Corona que defiende el uso único del castellano.

En los territorios de la Casa Alba se habla también el mozárabe, el idioma de los cristianos que vivieron tantos siglos entre los árabes y que, en el proceso, desarrollaron su propio idioma. Se usa sobretodo en el campo, y más de un campesino ha muerto al ser escuchado por un caballero hablando en este idioma, que tiene demasiados vínculos con el árabe. Sin embargo, no son pocos los caballeros Alba que conocen este idioma, en especial los exploradores, y aunque no lo usen en público, lo usan como un código entre sí y lo usaron extensamente durante la Reconquista.

A mayores, en toda Hyspania los párrocos y miembros del clero y las Universidades se comunican en latín, el idioma universal. El idioma del antiguo Imperio Romano es considerado por la mayor parte del Reino como el lenguaje de la cultura, la erudición, y para hablar con Dios. Se lo trata por ello con gran reverencia, y es una fuente de honor y respeto para aquellos que lo conocen.

Finalmente, por toda Hyspania las comunidades judías hablan hebreo, un idioma muy mal visto por los cristianos y que mantienen celosamente cerrado a los que no son de sus comunidades. Es un idioma muy antiguo, con mucho escrito en él, pero que no comparten con nadie que no pertenezca a su fé y haya nacido uno de ellos. Por ello, amplía la desconfianza que los cristianos tienen de los judíos.

Supuestamente, no queda nadie que hable árabe en la península de modo habitual, dado que las comunidades musulmanas han sido expulsadas con la toma de Granada. Sin embargo, los campesinos siempre hablan de pequeñas comunidades de infieles aisladas que, aunque formalmente se han convertido al cristianismo, en realidad mantienen su fé en Alá y su idioma cuando nadie las mira.

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