Leyes: Espadas

La espada de un caballero es mucho más que simplemente un arma con la que eliminar a sus enemigos. Junto al caballo, la espada es uno de los símbolos de la caballería, por su elevado coste, su mantenimiento, y que todo noble tiene una o más de ellas. Y, de entre ellas, las más raras son las escasas y afamadas espadas forjadas por los más selectos armeros de Toledo, que valen más de lo que un pueblo entero puede reunir con sus producciones a lo largo de toda una vida de sus gentes.

Por todo ello, Jaime I de Alarcón, "El Pequeño", prohibió en el año 1002 a todos los que no sean nobles poseer espadas o portarlas, so pena de cortarles la mano. Desde entonces, las espadas se ven cada vez menos por las ciudades, excepto por nobles o los soldados armados por ellos mismos, pero no se han erradicado por completo. En ocasiones, los rufianes portan espadas de un lado a otro, ocultas bajo amplias capas; entre ellos es también un signo de poder y atrevimiento actuar así, sabiendo el alto precio que pagarían si son descubiertos.