La Estructura Feudal de Hyspania

A semejanza de nuestro propio Reino, Hyspania está dividido en cinco niveles de señores feudales, normalmente unos vasallos de otros.

Encima de todos se encuentran las Familias Ducales, que son cinco. Una de esas Casas es la Casa Real, que aunque es una Casa Ducal como el resto, es la Casa de la que sale el Rey cada vez. Pero, como dijo un Duque Cruilles de antaño: "Majestad, vos sois más que nos, pero todos nos somos más que vos". Esa filosofía se aplica a las relaciones entre las Casas Ducales, ya que aunque todas ellas reconocen la preeminencia de la Casa Real, ninguna se consideran inferior a ella.

Las cinco Casas Ducales son:
-Medinaceli: la Casa Real, en el centro-oeste.
-Jovellanos: en el noroeste.
-Alarcón: en el centro-norte.
-Cruilles: en el noreste.
-Alba: en el sur.

Bajo las Casas Ducales se encuentran las Casas Condales, la mayor parte de ellas vasallas de una u otra Casa Ducal a la que han jurado lealtad, y servicio a cambio de apoyo y protección. Aunque no poseen tantas tierras como las Casas Ducales, ni tienen unos ejércitos tan grandes, si poseen una más que considerable capacidad cada una de ellas.

Hay dos casas Condales, antiguamente parte de la Casa Cruilles, que hoy en día son independientes por diversas razones:
-Olivares: en el sudeste.
-Musoles: en las Islas Baleares.

Bajo las Casas Condales se encuentran las Casas de Marquesado, las cuales son vasallas de una Casa Condal con la cual mantienen el mismo tipo de relación que las Ducales con las Condales. Normalmente poseen unas tierras pequeñas y un castillo, con pequeños ejércitos y unas villas o ciudades pequeñas a su servicio. La mayor parte de las Casas del Reino pertenecen a este grupo, y controlarlas es la clave del éxito o el fracaso de las Casas más poderosas.

Bajo las Casas de Marquesado se encuentran las Casas de Baronato. Estas son normalmente Casas muy pequeñas, en número y poder, y no suelen poseer tierras propias. Normalmente son restos de antiguas Casas que han sido absorbidas por otras con los siglos pero el título queda, o Casas que han perdido sus tierras en conflictos, o Casas menores y errantes cuyos servicios son ofrecidos a otras Casas mayores con tierras y ejércitos.

Finalmente, nos encontramos con los Hidalgos, caballeros que normalmente sirven a los ejércitos de cualquier otra Casa como líderes y soldados. Poseen sólo su equipo, su hogar y quizás unas pocas tierras, pero en propiedad. Son los llamados Caballeros, los soldados de élite de los ejércitos, y muchos de los participantes en los torneos y las Cortes. A menudo, la fuerza de las Casas se mide por la cantidad, habilidad y lealtad de estos hombres.